ISABEL: Mantener Viva la llama de la Esperanza
La presencia de Isabel en la Novena del Niño Jesús se conecta con su papel en la historia de la Anunciación y su relación con María, la madre de Jesús. En el contexto de las celebraciones navideñas, Isabel puede ser vista como un símbolo de fe, esperanza y alegría, ya que fue testigo del milagro de la encarnación y compartió un momento clave en la preparación para la llegada del Salvador.
Reflexión sobre Isabel en la Novena:
- Fe y Alegría: Isabel representa la fe inquebrantable en las promesas de Dios, al reconocer a Jesús como el Salvador incluso antes de su nacimiento. Su exclamación: «¡Bendita tú entre las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre!» (Lucas 1:42) refleja la alegría de la espera del Mesías.
- Humildad y Gratitud: Isabel, al reconocer la visita de María, muestra humildad y gratitud hacia Dios por permitirle ser testigo de su obra redentora.
- Unidad Familiar y Espiritual: La visita de María a Isabel simboliza el apoyo y la unión familiar en tiempos de espera y esperanza, un valor esencial en la Navidad.